jueves, 7 de agosto de 2008

Corrupción, compra de conciencias y legitimidad popular

Los últimos días en Colombia, nos encontramos con la noticia dada al país sobre la sentencia contra la ex congresista Yidis Medina. La Corte Suprema de Justicia, que sin duda representa la máxima expresión de la rama judicial en Colombia, declaró que la ex congresista si fue culpable de la venta de su voto para aprobar la reforma constitucional de la reeleción presidencial. La providencia crea una crisis en medio de la vida social, política y económica del país ya que existen vicios graves en la reforma constitucional, no por la reforma en sí misma, sino por el medio de realizarse la reforma. Si la reforma constitucional pasó a través de la compra de conciencia de congresistas, concluiríamos que el acto de reforma tiene vicios de corrupción y es un vejamen digno de todo repudio por la sociedad honesta de nuestro país.

Pero esto no termina en un fallo de la corte constitucional, lo que está de presente es un problema que coloca al país frente a la legitimidad de un gobierno, que por cierto es de una inmensa aceptación del pueblo colombiano. No puede ser condenada Yidis sin que aparezca quien le compró la conciencia; no puede ser que mientras lo uno está claro (condena contra Yidis), hasta ahora solo existan vinculados a los procesos. Me pregunto en mi ignorancia jurídica ¿Qué pasaría si los otros implicados demuestran su inocencia o no se les puede comprobar nada?. Lo segundo es que la corte constitucional, ya analizó y dio viabilidad a la reforma constitucional, debemos ver esto como cosa juzgada. ¿Cómo puede la ley volver a juzgar algo que ya hizo trámite?, mas aún cuando el constituyente primario que es el pueblo, votó unas elecciones donde todos los partidos políticos incluyendo los de la oposición participaron del debate electoral. Dicho en palabras castizas ya no hay tiempo de llorar. Si el pueblo eligió bajo el roceder de la ley, no puede la misma ley devolver lo que ya esta hecho trámite y fue juzgado por la corte constitucional, máximo cuerpo de análisis de la carta magna del país. Lo tercero, es el futuro de un gobierno que salpicado por estas denuncias ciertas o no, afectan su imagen a nivel internacional, sobre todo con sus vecinos. Ya me imagino a Cháves, Correa y Ortega diciendo que el gobierno de Uribe es un gobierno que está en el poder por la compra de congresistas y para completar, una gran parte del congreso salpicados por las investigaciones de la para-política. La sensatez y sobre todo observar los pro y los contra de la realidad que hoy nos acompaña, si hay vicios por la corrupcion en el proceder de la reforma constitucional, que dio paso a las elecciones que llevaron por segunda vez a Uribe a la presidencia; la Fiscalia y la procuraduría y la misma Corte de Justicia, deben prontamente dar resultados pues hasta ahora solo hay un conejillo de experimento llamado Yidis Medina. Pero algo que sí debemos saber es que en Colombia las elecciones que eligieron a Uribe se realizaron dentro del marco de la ley y la democracia con sus garantías constitucionales. Cambiemos la cultura política de nuestro país, anhelemos que vengan tiempos de cambio y trasformación para nuestro pueblo. Y no existió la libertad de decisión sino la presión por medio de los cañonazos de dinero ofrecidos.

Por: Rev. Leonel Martínez

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